domingo, 6 de junio de 2010

Lo políticamente correcto: la inmigración en los Estados Unidos

Diosmel Rodríguez
rdiosmel@gmail.com
Miami, 06 de junio, 2010

En mi tránsito por los Estados Unidos, me hice el firme propósito de no inmiscuirme en los asuntos políticos de este país. Sin embargo, los métodos, la estrategia y el comportamiento de los cabilderos de la inmigración ilegal, tan similares al sistema totalitario del cual fui víctima, me obligan a reflexionar sobre el tema.

Lo que sustenta este análisis es el comportamiento histórico de esta corriente ideológica, que bien define Eric Arthur Blair (George Orwell) en su libro de corte futurista, “1984”. Aquí Orwell pone de manifiesto los principios de la neolengua, donde se eliminan los significados no deseados de la palabra, de forma que el propio concepto deje de existir en las mentes de los ciudadanos.

Así vemos como a los inmigrantes ilegales se les denominan indocumentados y se apela a la fuerza de la palabra “crimen”, en español, que en inglés tiene una definición jurídica menos comprometedora moralmente. Según la Real Academia de la Lengua Española, el crimen es “un delito de asesinato, una acción muy mala y censurable”.

La Ley SB 1070 en Arizona, que tipifica las violaciones migratorias no como contravención o falta administrativa, sino como una falta penal se ha querido demonizar utilizando un anglisismo ilógico, el vocablo criniminalizar. Se ha explotado tanto el término, que los propios inmigrantes ilegales ante los medios dicen: “Yo no soy un criminal”. Algo que es verdad, pero que sus promotores ideológicos se los quieren endilgar, para aprovecharse de su reacción psicológica.

Como parte de los peligros de las ideas socialistas, que es la doctrina que rige este movimiento migratorio, vemos que usan terminologías “confusas e incompletas” como una reforma inmigratoria amplia, justa, generosa e incluyente. Aquí no hay una definición exacta de los objetivos legales que se persiguen en la ley migratoria. Por tanto, no se asegura que una reforma inmigratoria cumpla con las expectativas de los “indocumentados”.

El fenómeno de la inmigración se ha convertido en el movimiento ideológico más activo en estos momentos en los Estados Unidos. Los propósitos de quienes se vieron compelidos a emigrar de sus países en busca un futuro mejor, son manipulados y terminan siendo conejillos de india en este experimento social de socavar las bases institucionales y culturales de la nación norteamericana.

La inmigración en los Estados Unidos, incluyendo la ilegal, es una cuestión estratégica, como mecanismo de transformación de la composición étnica norteamericana. La intención es procrear una población sin espíritu nacionalista, donde descendientes de inmigrantes ocupen niveles de importancia en la vida política y económica de este país. El presidente Barack Hussein Obama es fruto de esta iniciativa de la conquista demográfica de las naciones.

En los Estados Unidos, la fragilidad de las leyes migratorias, como la ciudadanía por nacimiento, sin importar el status legal de los padres; la interpretación que se hace de los derechos civiles, donde los cuerpos policiales y judiciales no pueden indagar por el status legal de los implicados en violaciones de la ley y la incapacidad demostrada, de controlar las fronteras dieron, origen a la idea de penetrar este país a través de la inmigración ilegal. Esta nueva fuerza política tendría capacidad a mediano plazo modificar o crear leyes que beneficien los propósitos ideológicos del antiamericanismo fundamentalista, en su cruzada por eliminar la cultura occidental.

El matiz ideológico que se le ha dado a esta campaña pro inmigrantes ilegales puede provocar una reacción de nacionalismo en la comunidad con sentimientos norteamericanos reales. Esa reacción está repercutiendo en los congresistas y senadores, aunque muchos de ellos, públicamente defiendan a los inmigrantes ilegales, por aquello de lo políticamente correcto. Sin embargo, por un problema de seguridad nacional, puede que no se realice una reforma a la ley inmigratoria de los Estados Unidos o de aprobarse, no satisfaga los intereses de las fuerzas ocultas detrás de la inmigración ilegal.

Ese propósito necesita de la nacionalización de la mayor parte de los inmigrantes ilegales, ya en territorio norteamericano. Una funcionaria electa de California en un programa de televisión en la Ciudad de Miami, refería que en los años 80, en un municipio de ese estado, “existían leyes injustas contra los indocumentados” pero cuando todos los puestos públicos fueron ocupados por funcionarios hispanos, esas leyes fueron abolidas de inmediato. Este ejemplo pone en claro que el propósito es cambiar el orden institucional de este gran país.

El status de trabajador temporal no califica para los propósitos de los que pretenden cambiar y controlar este país. Aunque es la forma que más beneficiaría a los inmigrantes que su razón sea, venir a este país a trabajar. Un intercambio con “indocumentados” de Homestead, Immokalee y Houston me permitieron conocer sus verdaderos intereses: entrar y salir del país, tener la documentación requerida para trabajar legalmente y recibir los servicios que necesitan para estar en este país.

El problema de la inmigración en Estados Unidos no se ha tomado con toda la rigurosidad que el caso requiere. Este es un problema de seguridad nacional, que tendrá serias consecuencias, si no se maneja con astucia e inteligencia. Aunque muchos piensan, que con relación a la población total son minorías, en los Estados Unidos existe una cantidad suficiente de inmigrantes ilegales, que serán utilizados para subvertir el orden público. Y en la medida que se trate de hacer cumplir las leyes, mayores serán las revueltas.

Los medios, principalmente hispanos, se encargan de alimentar las bajas pasiones, manipulando las informaciones. Este soporte mediático forma parte de la estrategia de cambiar el estado de opinión y descalificar los fundamentos como nación, haciendo creer a todos, que este es un país de inmigrantes, poniéndolos a todos en igualdad de derechos.

La manipulación de los inmigrantes ilegales es evidente, se manipulan los sentimientos de la familia, se utilizan indiscriminadamente a los niños, poniéndolos a llorar y desencadenar dramas emocionales ante las cámaras de televisión, sin tomar en cuenta las afectaciones emocionales y psicológicas de los mismos.

La separación familiar es otro de los argumentos contra las deportaciones. La ruptura de la familia en los Estados Unidos, porque los medios nunca reportan, el abandono por parte los emigrantes de sus familiares en sus países de origen, a quienes muchas veces no vuelven a ver por años. La propia niña peruana, Daysi Cuevas, que han convertido en embajadora de la inmigración ilegal, dice que quisiera que le dieran “los papeles” a su mamá para traer a su hermana que está en el Perú. Aquí no hubo abandono de una hija y separación familiar. ¡Qué hipocresía!
La llamada reunificación familiar es otro de los inconvincentes de la reforma inmigratoria. El reconocimiento como residentes permanentes y ciudadanía daría el derecho a la reclamación de un sinnúmero de familiares, que quebrarían las infraestructuras de servicio de la nación.

Solo se habla de los beneficios de los trabajos realizados por los inmigrantes. Se alude que nadie lo realizaría, lo que de hecho convierte a estos trabajos como discriminatorios. Sin embargo no se habla de los peligros que una inmigración ilegal, sin control epidemiológico, portadores muchas veces de enfermedades erradicadas en este país y por último, se convierten en la principal fuente de fuga de capital hacia otros países, que conspira contra el desarrollo económico de esta nación.

Un concepto universal, al llegar a un país con la intención de nacionalizarse, uno de los principios elementales es el respeto a las leyes establecidas. Los cambios a las leyes solo se hacen mediante las estructuras de gobierno, establecidas y reconocidas por los ciudadanos legales del país. Y eso es lo menos que están haciendo los inmigrantes en este país: desfilan el 1ro. de mayo, enarbolan banderas de la extinta Unión Soviética y utilizan íconos del terrorismo internacional, como el Che Guevara. Todo lo contrario a los principios ideológicos de este país. Este es el embrión de la autodestrucción de la nación norteamericana.

Crimen:

1 Delito de asesinato: cometer un crimen; crímenes de guerra.
2 Acción muy mala y censurable: es un crimen la caza indiscriminada de ballenas.


Delito
1Acción que va en contra de lo establecido por la ley y que es castigada por ella con una pena grave: el juez está investigando si las irregularidades son o no constitutivas de delito.

2 Circunstancia de haber cometido una persona una acción contraria a la ley.

Contravención: Incumplimiento de un mandato, ley u otra norma establecida: en la sentencia se silencian ciertos casos como faltas o contravenciones administrativas.


indocumentado, -da

1 [dato, información] Que carece de documentos o testimonios válidos que lo demuestren: la existencia de algunos personajes fantásticos, tales como gigantes, dragones o sirenas, siempre ha permanecido indocumentada.

Diosmel Rodriguez Vega

1 comentario:

Lori dijo...

Más claro ni el agua querido Diosmel, te felicito por este claro artículo que ojalá, los que estén a los altos niveles de gobierno de esta nación tuvieren en cuenta a la hora de promulgar las leyes migratorias.