Restauración de la democracia institucional en Cuba.
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La ausencia de un gobierno legítimo en Cuba por más de 60 años impone la
obligación de construir una sociedad democrática en Cuba. El caso venezolano
pone de manifiesto que la Comunidad Internacional no está dispuesta tolerar más
regímenes totalitarios en el continente, pero los pueblos son los que tienen
que tomar las riendas de su democratización.
Por tanto, y tomando en cuenta que el gobierno cubano
actualmente en Cuba encabezado por Miguel Díaz-Canel no cuenta con la más
mínima legitimidad de origen, ya que no fue elegido mediante en ningún proceso
electoral reconocido, por tanto, debe ser desconocido por la comunidad
internacional como ha sucedido con Nicolás Maduro en Venezuela y Aleksander
Lukashenko en Biolorusia.
No obstante, la capacidad represiva y del uso desmedido de
la fuerza por parte del régimen cubano, que incluye hasta la pena de muerte,
impone la necesidad de un esfuerzo mancomunado de las fuerzas externas e
internas para la restauración de la democracia institucional en Cuba.
La existencia legal de un único partido político como
mecanismo rector del gobierno en Cuba desde 1959, se fundamenta en la
discriminación política y el miedo inducido, mediante los cuales se impone a la
población el síndrome de la indefensión adquirida. Estas son pruebas
fehacientes de la necesidad de la restauración de la institucionalidad
democrática en Cuba, tanto de origen como en funciones.
Los regímenes de izquierda totalitaria por naturaleza no
permiten le negociación del poder, ni cuentan con los mecanismos para la
sustitución de los lideres a ningún a nivel, a propuesta de la ciudadanía. Por
tanto, la ciudadanía tiene que asumir la responsabilidad de organizarse
política e institucionalmente, creando sus propias instituciones para la
gobernabilidad democrática. Y es una responsabilidad y un deber moral de la
comunidad democrática internacional apoyar a los pueblos sometidos por regímenes
totalitarios a lograr su libertad.
El riesgo de un vacío de poder en Cuba por la condición
geriátrica de su dirigencia histórica y su ilegitimidad de origen, donde no
existe la institucionalidad democrática impone la creación de las estructuras
de una transición de un régimen totalitario a un régimen democrático.
El Centro de Estudios para la Democracia Proactiva, apoyado
en las estructuras de los Municipios de Oposición, conformará las bases e
implementación de las estructuras de gobernabilidad democrática empezando un
por un Consejo Nacional Electoral que dará legitimidad de origen a todas
aquellas personalidades encargadas de llevar a cabo una transición democrática
en Cuba.
El pueblo cubano, para alcanzar la democracia necesita un
mayor reconocimiento institucional internacional, sus demócratas deben pasar a
representar a Cuba en organismos como la Organización de Estados Americanos
(OEA), donde según criterio de su secretario general Luis Almagro, la OEA es un
organismo que representa a los países, no a los partidos políticos o gobiernos
específicos.
El nombramiento de cualquier funcionario para representar al
pueblo cubano ante organismos internacionales debe pasar por ser elegido
democráticamente. Por tanto, debe crearse una institución, que entre múltiples
funciones se encargue de un sistema electoral en Cuba.
Para ser consecuente con nuestra historia nos apoyamos en lo
enunciado por el Generalísimo Máximo Gómez, cuando dijo en su “Proclama de
Yaguajay”: “Para andar más pronto el camino de la organización nacional, elegid
para directores de vuestros destinos a los hombres de grandes virtudes
probadas, sin preguntarles en dónde estaban y qué hacían mientras Cuba se
ensangrentaba en la lucha por la Independencia”.
El postulado de Máximo Gómez indica que hay que buscar a las
personas más preparadas para dirigir los destinos del país, por tanto, hay que
buscar a las personas que reúnan las condiciones para sustituir en un momento
dado la estructura de gobierno del régimen actual.
II.
ANTECEDENTES/JUSTIFICACION
El régimen de gobierno impuesto en Cuba por vía de la
rebelión armada carece de toda legitimidad, ya que durante de toda su
existencia, más de 60 años, ha eliminado todas las
instituciones democráticas y nunca ha celebrado elecciones
libres y multipartidistas.
El carácter totalitario, de poder único, no permite la
separación de poderes ni la disidencia
política, lo que ha conllevado al fusilamiento de miles de
personas por su oposición política.
El régimen cubano ha utilizado la política exterior como
plataforma para justificar todos sus crímenes, con la anuencia de la
mancomunidad de naciones, que siempre le ha dado un trato de gobierno
legalmente establecido.
Además, de todo lo planteado, un gobierno que controla la
economía de forma centralizada o manejada con una propiedad no estatal sometida
a su voluntad, una sociedad civil creada
para que responda a sus intereses, son evidencias claras que
no están presentes las condiciones que definen la democracia. Además de la
violación sistemática de los derechos humanos y la represión política,
económica y social.
La creación del Poder Popular en Cuba en 1976, como órgano
legislativo y ejecutivo en las estructuras de gobierno a todos los niveles,
bajo las prerrogativas del Partido Comunista, deja a los ciudadanos sin
posibilidad de candidatos alternativos, que desde la base puedan luchar por los
intereses de la población.
La experiencia de este tipo de gobierno conocido como el
Poder Popular establecido hace 44 años demuestra que no es compatible con la
democracia y limita la participación de los ciudadanos en la búsqueda de
soluciones a sus problemas. Además, impide el surgimiento de un liderazgo
alternativo al propuesto por las autoridades gubernamentales.
Una cúpula gobernante envejecida, al igual que su sistema
político avizora que se puede repetir el fenómeno ocurrido en la URSS y
Nicaragua conocido como la piñata y presupone que a corto plazo se realicen
maniobras políticas en Cuba, que garanticen el patrimonio económico que esa
casta gobernante que ha acumulado en estos últimos 61 años.
Mediante un proceso electoral de acuerdo con las normas
previstas en el Socialismo del Siglo XXI el régimen pudiera realizar una
sucesión política y legitimarse en el poder en una sociedad que no tiene
cultura democrática, ni la capacidad de enfrentar la maquinaria política del
régimen en el poder.
Sin líderes de extracción social, formados al calor de las
dificultades, que estén identificados como verdaderos luchadores sociales,
sería muy difícil conseguir el respaldo popular que los convierta en sus nuevos
representantes públicos, aunque sea en un sistema democrático, propiciando la
instauración de una nueva dictadura institucional.
La falta de un organismo que represente la inquietud ciudadana
canalice sus demandas y emplace a las autoridades gubernamentales, posibilita
crear una infraestructura de oposición de carácter municipal. Además, sus
integrantes se capacitarían en el ejercicio democrático y la población
identificaría y reconocería sus nuevos líderes sociales, que en un proceso
democrático pasarían a formar las nuevas autoridades.
El Centro de Estudio para la Democracia Proactiva y los
Municipios de Oposición tomarán la iniciativa de formar un Gobierno de
Transición en Cuba, que canalice todo el proceso necesario para llevar el país
a unas de elecciones universalmente libres.
El Gobierno de Transición creará las instituciones
necesarias para la gobernabilidad democrática, ignorando la existencia del
régimen. Por tanto, obviará el paso de abolición del régimen, que llegado el
momento tendrá que negociar su salida o dimitir, que sería lo más apropiado.
No se puede llegar a la conformación de un Gobierno de
Transición, si primero no se cumplen una serie de prerrogativas, que son vitales
para llevar adelante tal proyecto. Por tanto, el Centro de Estudios para la
Democracia Proactiva con el apoyo los Municipios de Oposición han elaborado un
proyecto para ser ejecutado por toda la nación.
Un Gobierno de Transición en Cuba tiene el derecho a ser
reconocido, como ha sido reconocido Juan Guaidó en Venezuela. También debe
ser desconocido el Gobierno de Miguel Díaz-Canel, que tampoco fue elegido en
elecciones, y designado por alguien que tomó el poder por las armas hace más de
60 años.
Si la representación en los organismos internacionales es
prerrogativa de los estados, entonces el pueblo cubano puede elegir y designar
un representante ante la OEA, sin contar con la anuencia del régimen cubano y
esa será una de las primeras funciones del Gobierno de Transición, nombrar
cuantos funcionarios y diplomáticos sea posible.
No pensamos ser mayoría participativa, las mayorías casi
siempre se obtienen después del triunfo, pero si sabemos que hay voluntad de
cambio, potencialmente somos mayoría y por ella vamos.
III. RAZONES DE ILEGITIMIDAD DEL GOBIERNO CUBANO
RAZONES DE ILEGITIMIDAD DE ORIGEN Y FUNCIONAL DEL GOBIERNO
CUBANO
1-. Toma del poder por la fuerza, mediante una rebelión
armada 1959.
2-. Se gobierna por Decreto desde 1959 hasta 1976. Se ignora
la Constitución de 1940, aprobada por todos y causa de la rebelión armada
contra Fulgencio Batista.
3-. No existe la separación de poderes. El poder judicial y
el poder legislativo están sometidos en absoluto al poder al ejecutivo.
4-. Se diseña un Sistema electoral con un partido único y
mediante delegados, que una buena parte de ellos se denominan delegados
directos, ya que son elegidos por organizaciones afines al régimen, como la
Federación de Mujeres Cubanas, Comités de Defensa de la Revoluciona, Central de
Trabajadores de
Cuba, Unión de Jóvenes Comunistas, entre otras.
5-. La oposición política judicializada su actividad como
contrarrevolución, actos contra la Seguridad del Estado o traición a la Patria.
6.- La pena de muerte como castigo supremo, incluso contra
los opositores políticos por razones políticas.
7-. Sólo pueden elegir y ser elegidos para formar parte del
gobierno a cualquier instancia los denominados integrados, o sea personas que
pertenecen a las diferentes organizaciones políticas o de masas instituidas por
el régimen.
8-. Un sistema de control y vigilancia de todos los
ciudadanos, mediante de los llamados Comités de Defensa de la Revolución y los
servicios de inteligencia de los Órganos de la Seguridad del Estado (la policía
política).
9-. No hay alternabilidad del poder. Más de 61 años en el
poder de forma continua el mismo gobierno, con el control de todos los medios
de comunicación, la existencia permanente de presos políticos y la represión
instituida como ley, entre otras son elementos suficientes para considerar
ilegitima cualquier forma de gobierno.
IV. OBJETIVOS DEL PROYECTO.
1. Crear los mecanismos de elegibilidad democrática.
2. Elegir las personas que encabecen un proceso de
transición democrática en Cuba.
V. ACTIVIDADES DEL PROYECTO:
1- Crear una directiva encargada de coordinar la
implementación de todas iniciativas del
proyecto como:
a) Redactar las diferentes tareas ejecutivas del proyecto,
para su implementación dentro de Cuba.
b) Coordinar y presentar el proyecto a diferentes
personalidades e instituciones en el ámbito nacional e internacional.
c) Crear la Junta Directiva Ampliada a nivel nacional.
2-. Realizar seminarios dentro de Cuba, utilizando como
plataforma las diferentes
organizaciones contestatarias en Cuba, tanto políticas como
de la sociedad civil.
3-. Desarrollar una campaña de divulgación mediática,
radial, televisiva y en las redes
sociales u otras de la importancia y necesidad de la
participación política institucionalizada en Cuba.
5-. Crear un ente electoral en Cuba con sus mecanismos de
funcionamiento y participación ciudadana.
6-. Determinar los puestos selectivos priorizados y los
requisitos de elegibilidad.
7-. Solicitar a los diferentes gobiernos y organismos
internacionales declarar ilegitimo al
régimen cubano.
8-. Solicitar a los gobiernos que apoyen la causa de la
libertad en Cuba aplicar una ley de
reciprocidad. Cada individuo con visado para viajar a un
país determinado y le sea impedida la salida la salida de Cuba, debe negársela
una visa a un funcionario cubano.
8-. Elegir un equipo de gobierno de transición en Cuba y un
representante ante la OEA, entre otros funcionarios.
VI. CONCLUSIONES:
El proyecto: Restauración de la Democracia Institucional en
Cuba no es una estructura partidista u organizacional más. La iniciativa es una
plataforma de participación ciudadana que desemboque en el ejercicio de una
democracia de origen.
Toda acción que se realice solo contará con la voluntad de
los promotores del proyecto y no requiere de la voluntad o anuencia del régimen
cubano. La esencia del proyecto precisamente es el desconocimiento del régimen
y la disposición de demostrar su ilegalidad.
La falta de resultados políticos tangibles por parte de la
oposición en Cuba por más de 60 años y la actual coyuntura internacional ha
dejado sin motivación política a la sociedad cubana. Por tanto, se necesita una
acción diferente, con acciones concretas de la comunidad internacional para que
se estimulen las perspectivas y posibilidad de cambios reales en Cuba.
Miami, Febrero, 2020
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